martes, 14 de abril de 2020

" ANECDOTARIO FERNANDA "

MARÍA FERNANDA PARNENZINI

   Fernanda nació el 1 de abril de 1996. Ella fue mi primer nieta y nació con gran esfuerzo de su madre. 

   Yo la veía sólo cuando venía de visita  a La Rioja capital, a más de 800 km de Villa María, donde yo vivía. Esas visitas se prolongaron por dos años hasta que vine a vivir aquí. Entonces comencé a conocerla mejor. Siempre fue más madura de lo que correspondía a su edad. Se expresaba muy bien, desde el comienzo y era teatral y temerosa. A  veces poseía una sensatez extraordinaria y otras se veía como una niña frágil y desamparada. Siempre necesitó expresiones de afecto. Recuerdo un pequeño siseo en su habla, que pronto corrigió. Era curiosa y ávida de todo lo que pudiera dársele o comunicársele.

   Le gustaba venir a mi casa y en esas visitas le mostraba fotos de mi familia. En una oportunidad vió la foto de mi hermano Pablo que había fallecido a los 42 años y preguntó : "  ¿Por qué mi papá está vestido de policía ? " Mi hermano era tan parecido a mi hijo que durante más de seis meses estuve explicándole que no era su papá. Con el tiempo, entendió.

   Aprendió de pequeña canciones en Inglés y le gustaba que le contara cuentos. Siempre soñó con princesas. Para que perdiera el miedo al agua yo le hacía imaginar que era una sirenita como la de un video de Disney, que flotaba y bailaba en el agua. Así, primero aprendió a bucear y luego a nadar. Nunca se resistió a aprender nada de lo que se le ofrecía.

  Se asustaba con las libélulas  a las que ella llamaba " bilélulas " a los dos años. Pero pronto se  acostumbró a que siempre había unas cuantas revoloteando en la pileta, sobre nuestras cabezas.

   La extrañé terriblemente cuando se fueron a vivir a la Quebrada, y creo que a ella le costó acostumbrarse al cambio. Por mucho tiempo siguió viendo la casa de Tere, su abuela materna, como la suya.

  Alrededor de los 6 años, cuando hacían planes para ir al mar, ella, con su voz ás soñadora y llena de ilusión decía: " Estoy tan emocionada que voy a conocer el mar. " Y esta es Fernanda, soñadora, ilusionada,  viviendo en su mundo irreal.

   Allá por los 9 años recuerdo un día muy doloroso para mí, cuando me tocó, sin querer, destruirle una ilusión. Estábamos en la pileta las dos solas y ella me preguntó : " Abu, los chicos en la escuela dicen que Papá Noel no existe ¿ Es cierto ?" Yo la miré, sin saber qué decir y en mi rostro ella vió la respuesta y dijo : " No ". Traté de decirle que sobre esos temas hablara con su madre, que ella sabía explicar mejor esas cosas. No pude arreglar lo que la expresión de mi cara había destruido. Tiempo después me dijo que  en ese instante se le había destruído una ilusión: " Lo que más me desilusiona es haber creído una mentira por tanto tiempo. " me dijo.

   Las realidades en el presente son muy diferentes por los cambios rápidos que hay en costumbres. Cuando le dijimos que el yerbeado o té de yerba mate se hacía con yerba ella dijo: " Pensé que venía en saquitos ". 

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